domingo, 2 de septiembre de 2012

Mi Viaje a Disney

En el mes de Mayo 2012, experimenté una alegría "FANTÁSTICA", la oportunidad de estar con mis hijos en un lugar totalmente neutral, vivir juntos, la magia de DISNEY, y lograr un sueño, que toda persona, lo diga o no, desea.
Desde pequeña, de eso hace muchos años, veía en la tele el programa emitido por ellos y haciéndonos ver una realidad que no lo era, todo muy surrealista y abriéndonos el corazón con sus historias de amor eternas, algunas duraron hasta 100 años, para despertar a la princesa y ser felices para siempre. ¡Quién no soñó con ese amor eterno?
Sabemos que la realidad es otra muy distinta, en fin, esa es harina de otro costal, como ustedes saben, ahora mi familia está separada en diferentes países, ese es otro tema, planificamos con un año de antelación, un viaje para mi, "MAMÁ SE LO MERECE", ja, ja. Les pedí a mis nenes, que me gustaría ir en algún momento de mi vida, vivir y sentir la emoción de unas OLIMPÍADAS, y las más próximas eran las de Londres. Mis nenes aceptaron enviarme, y estaba más que feliz, sin embargo la lejanía y su ausencia, me llevó a meditar y necesitar estar con ellos y "ZUAS", se me ocurrió la idea de vivir la experiencia de conocer Disney, sitio que mis hijos conocen y yo no, y porque no, los roles se cambian, padres llevan a sus hijos a Disney por Hijos llevan a Mamá a Disney.
Indescriptible la emoción de llegar a Miami y verlos esperándome en el aeropuerto, los abrazos y lágrimas estaban acompañándonos, como debe ser, ja, ja.
Comenzó la AVENTURA, directo a Orlando, parada para desayunar, continuar el viaje, conversando y  gozando.
Estoy segura que las fotos hablaran por si solas, y les dejo parte de ellas, sabiendo que sobran las palabras.

Nuestro primer desayuno juntos
Llegada al hotel

Cenando en Orlando

Confieso, brotaron lágrimas de emoción.

Caminen, caminen.


Sabroso

Chinitos no son


De compras
Dónde meteremos todo eso.
Los 23 Kilos pasados, ja, ja.

Conocen al Personaje?


Mayor felicidad? Ninguna

Mi Piojita linda

El Castillo de mis sueños

Lo vi como siempre lo soñé

Visitando el Callejón Diagon


Increíble


La Parada




Mis amores eternos






Cena de Despedida en Forrest Gum
Disfrutando a Sahiling
Elizabeth, Julio y yo

domingo, 12 de agosto de 2012




UNA PEQUEÑA REFLEXIÓN





Sólo quien emigra puede llegar a comprender que se añore el sabor de una arepita o el olor de un Asado Negro.
Sólo quien emigra puede llegar a comprender las lágrimas ante una Hallaca o la sonrisa ante un Pabellón Criollo.
Sólo quien emigra lleva los sabores en el corazón y puede comprender que es tan exquisita una Cachapa con Quesito de Mano como una Empanada de Cazón.
Sólo quien emigra extraña tanto la rica sazón del ají dulce como el aromático gusto de la comida de Mamá.
Sólo quien emigra puede entender la necesidad de comer Diablitos, aunque en Venezuela jámas los consumiera.
Sólo quien emigra lleva en su piel, la esencia, los sabores, la sazón de su tierra.